Le avala una esmerada elaboración en bodega, propiedad de viticultores con una apuesta clara por la innovación, sostenibilidad y cuidado del medio ambiente para alcanzar un Náuva elegante, fresco y fácil de beber.
Comercialización de cercanía – del viticultor a la mesa-.
Se disfrutará al máximo, tomándolo lo más proximo a su entorno natural o rodeado de naturaleza o en bodega subterranea. En su defecto, solo se puede sustituir por la compañía de un buen grupo de amigos que lo consumirán a una temperatura entre 7º-8º a la sombra y con algo que picar.
Dosis recomendada: un par de copas son suficientes para hacer que vaya aflorando lo mejor de uno mismo.